1.-La Predicación produce salvación.
2.-La enseñanza produce discípulos.
a) La predicación nos lleva al arrepentimiento.
b) La enseñanza nos lleva al conocimiento espiritual.
Queda entendido que la predicación es para los pecadores y la enseñanza es para los discípulos. Es la enseñanza la que nos llevara a funcionar como Dios quiere. Tenemos que saber lo que Dios quiere de cada discípulo, lo que Dios quiere de usted y de mi. Dios está interesado en la edificación de la Iglesia, que su pueblo conozca quien es él, y también está interesado en su crecimiento espiritual. Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas, Mas alábese en esto, el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero, dice Jehová. Jeremías 9:23-24
Y el mismo constituyo a unos; apóstoles; a otros profetas, a otros evangelistas, a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 4:11-12
perfeccionar: quiere decir equipar. La Iglesia tiene que madurar para llegar a la perfección, es estar preparado para un ministerio, y el ministerio es servir, atender, listo para ejecutar los mandatos de alguien más. ¿Pero cuál es la obra del ministerio? Consiste en que hemos sido llamados para ministrar en tres áreas.
1.-MINISTRAR A DIOS.
2.-MINISTRAR A LA IGLESIA.
3.-MINISTRAR AL MUNDO.
Tenemos un gran compromiso y una gran responsabilidad, ya que fuimos escogidos para ejercer un papel de guía espiritual para la humanidad, y tenemos que estar preparados y concientes de nuestro llamado, Dios está buscando hombres y mujeres de compromiso, se tu uno de ellos.
Pero tu se sobrio en todo, soporta las aflicciones, has obra de evangelista, CUMPLE TU MINISTERIO. 2 Timoteo 4:5